Cristian Salvador Hernández, 34 años
Vivo en Cuautitlán Izcalli Estado de México y esa tarde después de haber recogido a mi hija de 4 años a la 1:16 recibí una llamada telefónica de mi esposa " acaba de temblar" se cortó la llamada inmediatamente prendí la radio del auto y escuche las terribles noticias junto a mi madre quede petrificado y regrese a mi casa y vi las terribles imágenes de mi ciudad de mi país de mi gente entre lágrimas me preste para ir ayudar, pero mi madre me detuvo víctima del miedo y angustia "no vayas tienes una hija por dios" y me detuve e hice caso ya esa noche en mi casa no pude dormir y las 3 me levanté y le dije a mi esposa "no puedo quedarme sin hacer nada" me voy tengo, que ayudar; me puse unos jean, botas y una mochila con guantes y cubre bocas salí y en una tienda de abarrotes me regalaron toda el agua embotellada que pude cargar llegué a Buenavista y me encontré cientos de chavos jóvenes que venían ayudar me uno a un grupo y nos fuimos unos policías nos ayudaron y llegamos a la condesa buscaban paramédicos y alze la mano y de pronto traía casco y un chaleco y vi al ver el primer edificio derrumbado fue impresionante entre lágrimas y euforia levante escombros con mis manos y palas fue impresionante al levantar la mirada vi a mujeres, hombres, militares, paramédicos señores y señoras juntos unidos como uno solo "puño arriba" -silencio- continuemos; recorri toda la ciudad donde se necesitará ayuda, oye eres de la UNAM? si, respondí y un gracias y una sonrisa me dijeron "ahora a ustedes les toca" recuerdo parque México y un hombre pidiendo ayuda a una señora en silla de ruedas de un 5 piso de un edificio iba con un amigo el cual se me unió y otros chavos nos miramos en silencio y fuimos ayudar a esa persona sin importar nada tal vez un poco irresponsable pero en ese momento no me importó ya que "todos" estaban haciendo algo repartiendo comida, agua, víveres por último llegué a C.U donde nunca paro de llegar la ayuda me empape de un orgullo y alegría no solo de ser universitario si no de ser mexicano formando cadenas humanas desde periférico hasta los túneles del estadio Olímpico todos cantando el "cielito lindo" un Goya o el himno nacional.